“Es de esperar que en un par de años la huella de carbono y la huella del agua comiencen a imponerse como requisitos para la exportación de productos agroalimentarios”, explicó Ronald Bown, presidente de ASOEX, en Seminario realizado recientemente.
La cantidad de CO2 emitida en el proceso de producción, o huella de carbono, y la cantidad de litros de agua utilizados para obtener un producto, o huella del agua, son factores de competitividad que fueron analizados en el Seminario organizado por ASOEX, INIA, ProChile y la Sociedad Agrícola del Norte.
Las exposiciones desarrolladas en el Seminario incluyeron análisis del concepto, impacto comercial, realidad nacional y regional de las huellas de carbono y del agua, y cálculo y medidas de mitigación de la huella del agua y carbono en el embalaje y procesamiento de productos.
Ronald Bown, Presidente de la Asociación de Exportadores ASOEX destacó que se realizó un estudio con medición de huella del carbono y agua en productos nacionales. “Hicimos una evaluación de cómo estamos en algunos productos a través de la Fundación para el Desarrollo Frutícola e INIA en el marco del Consejo para el Cambio Climático del Ministerio de Agricultura y nos ha permitido establecer, basados en estudios internacionales y parámetros ya establecidos, que estamos en el promedio en comparación con otras naciones, en particular, con Nueva Zelanda en el caso de las manzanas por ejemplo”, explicó Bown.
El Presidente de la ASOEX manifestó que “de aquí a un par de años estas huellas deberían ser algo exigible, verificable y certificable por lo que lo antes posible, aunque es un proceso, se van a producir ciertas diferencias entre productores que tienen o no tienen huella de carbono, pero en la medida en que sepa que el país en promedio está en una buena situación los productores van a tener una mayor posibilidad de cumplir y van a tener que hacerlo en algún momento”.
Por su parte, el Seremi de Agricultura Marcelo Chacana recalcó que “este tipo de certificaciones debemos considerarlas como una inversión que puede tener réditos importantes como la apertura a nuevos mercados. No contar con esta herramienta podría significar la prohibición de entrada de los productos en el extranjero”.
El Seminario dejó como desafío para los exportadores de cualquier tipo de producto, iniciar el trabajo para reducir la huella del carbono y del agua para facilitar el ingreso de su producción a mercados cada vez más exigentes.