Los atractivos de una tierra que combina tradición y modernidad

Este domingo 29 de noviembre la comuna choapina celebra 165 años desde su fundación. Reconocida por mitos de aquelarres y brujos. Hoy se abre al turismo armada con sus encantos naturales y rico patrimonio cultural.

Hace algunos años acaparó los titulares del mundo como la primera ciudad latinoamericana en asegurar el acceso gratuito de sus habitantes a internet, un guiño a la tecnología que da cuenta de que adentrarse hoy en Salamanca, una localidad eminentemente rural, no significa cortar amarras con la telefonía móvil o la banda ancha.

De hecho, es precisamente esa combinación perfecta entre las comodidades de la vida moderna y los atractivos de la tradición campesina, sumados al rico patrimonio indígena y colonial, los que pueden convertirse hoy en el principal gancho hacia una comuna que, pese a sus numerosos encantos, inexplorada e inexplotada por el turismo nacional.

“Salamanca es una ciudad moderna que cuenta con wifi, internet, telefonía móvil y cajero automático, pero que mantiene sus tradiciones. Acá todavía se siembra con arado y bueyes, se hace pan amasado en horno de leña, y el queso se produce de manera manual”, destaca el director de Relaciones Públicas de la municipalidad de Salamanca, Jorge Saldívar Barraza.

Pero, Salamanca tiene mucho más que ofrecer a los turistas que aire limpio, cielos estrellados y la sencillez de la vida del campo. La Raja de Manquehua, mejor conocida como la "Cueva de los brujos", es el mejor exponente de la leyenda mágica que rodea a esta tierra, mientras que las iglesias de Huanque y Señor de la Tierra, el puente colgante de Coirón, y las edificaciones de adobe y el simple trazado de las calles, figuran como hitos arquitectónicos de la historia colonial que esconde este poblado colindante a los ríos Choapa y Chalinga.

"DÉJATE EMBRUJAR"

Quienes visitan Salamanca coinciden en que se respira en ella un aire magnético. Puede ser por el poderoso cerco montañoso que cobija a esta ciudad de más de 25 mil habitantes, o porque en el imaginario colectivo se le asocia a un prolífico catálogo de cuentos de brujería.

Saldívar Barraza explica que la mayor parte de estas historias son deformaciones que los colonizadores españoles motejaron, por ignorancia y temor, de los ritos de los indígenas con que se encontraron a su arribo a la zona, que incluían algunas ceremonias de sacrificio humano y animal.

El epicentro de la mitología es la Raja de Manquehua, denominado por todos como la "Cueva de los brujos". Cuenta la leyenda que a la llegada de los españoles una parte de los picunches huyó hacia el interior, y un grupo de ellos se instaló en dicho lugar, distante a unos 35 Km de la ciudad. Desde entonces, y hasta alrededor de 1915, se habrían visto procesiones y antorchas encendidas en su interior, provocando el temor de los pobladores. La leyenda creció y hasta hoy aseguran que la Raja de Manquehua es una hendidura subterránea que recorre todo el país y en su interior los brujos hacen sus encuentros o "aquelarres".

Más allá de las leyendas y el folclore, en la actualidad el embrujo de Salamanca pasa por el rescate de su patrimonio arquitectónico y cultural, en que destacan sus centenarias edificaciones de adobe y el simple trazado de las calles, así como los vestigios del paso de numerosas culturas indígenas precolombinas cuyos restos arqueológicos abundan en toda la comuna.

EL RESCATE DE LOS PETROGLIFOS

Otro valioso atractivo que ofrece Salamanca son los numerosos petroglifos -representaciones gráficas grabadas en rocas o piedras- y su vinculación con los conocimientos astronómicos prehispánicos.

El valioso patrimonio arqueológico del Valle del Choapa permaneció escondido en gran medida hasta que los trabajos de construcción de Minera Los Pelambres, en la década pasada, despertaron en la comunidad la conciencia de rescatar, investigar y conservar el legado cultural de la ocupación temprana de estas tierras por las culturas molle y diaguita, ocurrida entre los años 300 antes de Cristo y 200 después de Cristo.

Según arqueólogos nacionales e internacionales el Valle de Choapa es la zona del país donde más petroglifos existen, sólo en la comuna de Salamanca se calcula es posible encontrar entre 3 mil y 4 mil. El Valle de Chalinga, Panguecillo, Chillepín, Jorquera, Santa Rosa y Cerro Chico son sólo algunas de las localidades en que es posible visitar estas representaciones.

Es que aunque estos dibujos sobre piedras parecen engañosamente simples, los expertos advierten que no estarían distribuidos al azar, sino que su ubicación demostraría un conocimiento de los ciclos del tiempo descubierto por los pueblos que habitaban esta zona antes de la llegada de los españoles. Se trataría de auténticos calendarios que indican alineamientos intersolsticiales y estelares.

Pero no todos coinciden en esta tesis, porque para otros los petroglifos -que se han clasificado en figuras geométricas, antropomórficas y zoomórficas- pueden ser sólo simples dibujos o señaléticas sobre el curso de aguas, y los caminos de tránsito de los indígenas trashumantes.

GENTILEZA DE: DIARIOELDIA.CL