Concejal de Los Vilos renuncia a RN

Francisco García Villablanca, alude su alejamiento de la colectividad de derecha “a la existencia de un sistema normativo de orden moral, como un conjunto de principios y valores que orientan la configuración de un actuar correcto y deseable en el ámbito de la administración municipal, y que al estimarse socialmente indispensable para la convivencia y la paz social, se hace necesaria su obligatoriedad y coercibilidad” García prosigue diciendo que “ De esta manera se convierte en norma jurídica a través de los procedimientos previstos en el ordenamiento jurídico. Esto es, el imperativo ético meramente interno y autónomo, se impone bajo la forma de una obligación, derecho, deber o consecuencia jurídica exigibles, que emana de los órganos legislativos competentes, de conformidad a la Constitución Política”. Agrega “Es así que el Derecho Administrativo tiene una fuente importante en la fundamentación de sus normas, en la necesidad de formalizar jurídicamente la aspiración ética de un comportamiento debido y regular en la actuación de los agentes públicos. La importancia de ello involucra a los pilares fundamentales de la municipalidad, por su incidencia en el ámbito de la gobernabilidad y la representatividad, ya que las democracias se sustentan en una serie de principios morales, instituciones políticas y procesos funcionales arraigados en la confianza ciudadana”. El concejal Garcóa sistenie que “las democracias han desarrollado instrumentos para la promoción del concepto de interés público, la protección de las garantías individuales, derechos políticos, el gobierno representativo y responsable, el imperio de la ley, el poder judicial independiente, la autonomía de los organismos de control, las rendiciones de cuenta, la división del poder y la pluralidad política”. “No es por cierto, la situación que hoy se radica en nuestro municipio, y no podemos perder de vista el deterioro gradual y progresivo que esta ha sufrido, a pesar de no ser muy perceptible, puede avanzar y provocar escenarios de inestabilidad no deseables si los remedios institucionales para prevenir y corregir son insuficientes”. La autoridad comun al se queja den una falta de ética en la administración municipal local, agregando que “a través de distintos medios como el intervencionismo político, la malversación de los fondos entregados por el Ministerio de Educación, el detrimento económico al proyecto presupuestario municipal, la carencia de una estructura organizacional y la construcción de un plan de trabajo que atienda las demandas reflejadas en el PLADECO, conducen a la ineficiencia y a la apropiación del aparato del estado por otros intereses ajenos al interés general. Ello implica la pérdida de la autoridad moral, debilita la eficacia de la actuación municipal, estimula el abuso y la arbitrariedad, agrega cargas al contribuyente y, por ende, también tiene impacto en la eficiencia de las políticas sociales en beneficio de los sectores de menores ingresos”. García agrega que “en nuestro caso la esencia de la conducta infractora está en la violación de un deber jurídico que va mas allá de una irregularidad legal, toda vez que además rompe el vínculo jurídico que se le asigna a una persona a través de su investidura, para tomar decisiones que afectan al conjunto de la comunidad. Por lo tanto, se sobrepasa el marco de la legalidad y se involucra el campo de la legitimidad”. Señala que “el principio de legalidad mismo involucra un imperativo ético, al someter a la autoridad pública a la voluntad superior de la ciudadanía expresada en la ley orgánica de municipalidades, a fin de evitar el alejamiento de la confianza entregada por voluntad popular”. “Para los efectos anteriores, la ley orgánica municipal ha establecido las formalidades que deben cumplir los concejales, estableciendo determinados procedimientos para la fiscalización de las materias de sus competencias, considerando en ellos modalidades que buscan asegurar una decisión informada, imparcial y protegiendo la igualdad de oportunidades. El acento procedimental en la regulación se ha traducido asimismo en controles formales respecto del cumplimiento de procedimientos, tema que en los requerimientos para una administración moderna ha aparecido como una dificultad para la gestión, por la excesiva rigidización que se produce en este modelo regulatorio”. “Es un dilema entonces, para este concejal establecer a través de la legislación municipal la medida adecuada de regulación restrictiva para asegurar comportamientos adecuados, con la necesaria flexibilidad que demanda un entorno complejo, variable y demandante, para satisfacer las necesidades de la comunidad con prontitud, pero también con eficacia y transparencia”. “Es importante establecer que el suscrito no ha dejado de hacer esfuerzos desde los procesos legislativos, desde los organismos de control y con una mayor coherencia y racionalidad en el seno del concejo municipal, para prevenir y reprimir acciones irregulares, y que a pesar de ello siguen produciéndose”. E concejal de Los Vilos, Francisco García, justifica su renuncia a RN precisando que “De esta manera, y considerando la ética con la cual esta envestido este concejal políticamente, y respondiendo a la confianza depositada por los habitantes que me llevaron a sustentar la primera mayoría en las elecciones municipales recién pasadas, se me transforma en un deber imperativo declinar a la militancia política en la cual me encuentro adscrito, toda vez que, mis obligaciones se encuentran radicadas en una función normativa, regularizadora y fiscalizadora y no en lealtades irrestrictas de origen político con la actual administración municipal”. Explica finalmente de su decisión a la ciudadanía y a quienes lo apoyaron, manifestando su compromiso de “reanudar todos mis esfuerzos en pos de lograr un gobierno comunal eficaz y eficiente, con apego irrestricto a la legalidad, que se proyecte hacia un porvenir acorde con la riqueza y fortalezas de este territorio y sus habitantes, tanto en el corto plazo como para un horizonte en el que se desenvuelvan las futuras generaciones, nuestros hijos y nietos”

Nota: David Altamirano